miércoles, 11 de noviembre de 2009

Torcida


Empezaba a sentirme bien. Lo inicial me resultaba grato. Me apreciaba cómoda y naturalmente dispuesta. Me hacías bien y no me inquietaba saber si aquello era mutuo. Simplemente ocurría. Fluía con la misma imprevisibilidad que me caracteriza. Como el viento, como el agua. Tempestad calma y serena. Así soy. Así seré. Me invento y me reinvento una y otra y otra vez. Me proyecto, me concibo, me armo. Como puedo, como me sale, y sigo...
Impulsivamente arrebatada. Impetuosa y vehemente. Exageradamente permeable.
Sensiblemente yo.-